Desde que el F.C.Barcelona anunciara el retorno de Juan Carlos Navarro, crece mi enfado viendo las portadas de los diferentes diarios deportivos y los informativos en las televisiones. El motivo es el siguiente: hace un año La Bomba se cerró en banda y soltó la pataleta manifestando que queria probar en la NBA. El reto era difícil pero no imposible, fue capaz de dejar el club de sus amores, su ciudad, a sus amigos por probar en la mejor liga del mundo. Llegó a un acuerdo con Laporta para poder ir pagando a lo largo de las temporadas que jugara en la NBA, una elevada cláusula de rescisión. Su amigo Pau Gasol fue determinante para encontrarle un sitio junto a él en Memphis, y después de jugar el partido de los rookies en el Allstar disputado en New Horleans, quedarse a 7 triples de ser el mejor tirador de tres novato de toda la historia de la NBA y quedar tercer máximo anotador de los rookies. Navarro sabía que el reto era complicado, que su contrato era unicamente por año y perdiendo dinero, pero no le importó porque era su gran sueño. Después de todo lo que consiguió y lo que dejó en Barcelona, ha llegado a un acuerdo para volver al Barça, liderando un proyecto ilusionante para devolver al club culé a la elite del baloncesto europeo. La mala adaptación de su familia a la vida americana y la falta de una oferta interesante para continuar en la NBA han sido los dos factores claves para el retorno pero ¿realmente Navarro ha esperado para escuchar las propuestas de las franquicias? ¿No ha sido más un aspecto puramente económico el que ha provocado su vuelta un año más tarde?. Lo cierto es que tanto desde el club como fuentes del propio jugador, el proyecto deportivo y el gran contrato puesto encima de la mesa del escolta catalán han sido los verdareros motivos reales de la operación. Personalmente no me lo esperaba, es muy positivo que un jugador como Juan Carlos Navarro vuelva a Europa para jugar en el Barça, pero no es menos cierto que ha dado un paso atrás, no ha sido capaz de esperar a ver las propuestas que le podian llegar de la NBA, ya que después del draft (26 de junio) los equipos van definiendo la confección de sus plantillas. Su gran temporada, no ha servido para nada, sólo para demostrarse personalmente que podia jugar en la NBA, y ¿nada más?. Conozco a la Bomba y se que tiene un carácter ganador, es ambicioso y enormemente competitivo, pero no me esperaba que a las primeras de cambio bajara los brazos y no apurara su exposición en el mercado de agentes libres de la NBA. Hay más vida más allá de Memphis , 26 franquicias más, algunas con sitio para un escolta de la clase y la efectividad de Navarro. A las primeras de cambio, el contrato que le ha puesto un Joan Laporta que apura sus dias como presidente del Barça, como aquel estudiante que no ha estudiado durante todo el año, y un dia antes del exámen se pasa la noche en vela para aprobar, le ha hecho tener la mano floja y estampar su firma confirmando su retorno al Barça. Francamente no me esperaba que después del verano pasado en el que Navarro removió cielo y tierra para dar el salto a la NBA,haya tardado tan poco en optar por la solución más fácil, volver a casa, para tener todos los dias el plato en la mesa.