Nos vamos a Boston. Los Lakers consiguieron salvar el primer match ball en contra tras vencer anoche en el Staples Center a los Celtics por 103-98. Pero las sensaciones que me dejó el encuentro son las mismas desde el primer partido de la serie. El equipo de Phil Jakcson volvió a jugar al más puro estilo Richard Virenque cuando subía Otakan o el Tourmalet, va haciendo la goma, suelta ataques espectaculares y en los momentos importantes se queda sin fuerza. El equipo angelino volvió a desaprovechar una renta de 16 puntos en el primer cuarto, con un Kobe Bryant que anotó 14 puntos (3/4 en triples) y la gran actuación de Pau Gasol, que tuvo ese plus de agresividad que le ha faltado durante toda la serie. Pero los Celtics reducieron la diferencia gracias a los puntos de Pierce y Allen, hasta colocarse a sólo 2 puntos gracias a las facilidades de la defensa angelina y el cruce de cables de los Lakers. La segunda parte volvió ser más de lo mismo, unos Lakers entonando el quiero pero no puedo y los Celtics esperando agazapados, a la espera del ataque final que le diera la victoria. Pero finalmente la actuación en defensa de Bryant con dos robos de balón a Paul Pierce en el último minuto y medio, y la consistencia de Gasol y Odom hizieron que la victoria se quedara en casa.
La verdades de la final
- Los Lakers no juegan para Pau Gasol, que podria anotar más desde la pintura y forzar a Garnett a tener que emplearse a fondo en tareas defensivas durante todo el partido y no estar tan fresco en ataque.
- Kobe Bryant no es aquel jugador tan egoista de hace años, pero se empeña en ser el protagonista en cada partido y no es capaz de leer aquellos partidos en los que las cosas se complican mucho.
- El banquillo de los Lakers no está aportando los puntos y el juego que ha aportado durante todos los playoffs , a excpeción de Vujacic, que se está consagrando en la NBA después de 2 temporadas de mediocridad.
- Lamar Odom y Derek Fisher no están pudiendo aportar todo el baloncesto que llevan dentro, la defensa de los Celtics tienen parte de culpa.
- Phil Jackson parece no acertar con los quintetos en diversas ocasiones durante la serie lo que ha provocado algunas críticas hacia el gran maestro zen.
- Allen y Pierce encuentran espacios libros para poder lanzar solos gracias a la floja defensa angelina, lo que ha elevado el porcentaje de tiros de los escoltas bostonianos.
- Los Lakers no rematan a sus rivales cuando tienen la oportunidad, permitiendo que durante toda la serie, los Celtics se hayan levantado y remonten desventajas de hasta 24 puntos.
Ahora la serie se traslada de nuevo a Boston, donde los Celtics tienen dos match ball para hacerse con el anillo. Nadie ha remontado un 3-1 en contra en unas finales de la NBA, la cosa está complicada pero no imposible.